Nuestras navajas, moluscos bivalvos que habitan en los fondos arenosos de las Rías Gallegas, son seleccionadas meticulosamente. Capturadas en apnea en las profundidades, se depuran para eliminar la arena, ordenan por tamaños y empacan manualmente para conservar su frescura y sabor auténtico.

Comenzamos el proceso seleccionando y limpiando cuidadosamente las navajas, extrayéndolas de sus conchas. Luego, las envasamos individualmente y las sumergimos en su líquido de cobertura antes de esterilizarlas. Este proceso manual garantiza la frescura y calidad de cada navaja, ofreciendo una auténtica delicia marina en cada bocado.